lunes, 2 de marzo de 2015

DE SINODO A SINODO




DE SÍNODO A SÍNODO…
DOCE MESES, DOCE MIRADAS

QUINTA MIRADA:
BETANIA, CASA DE SERVICIO AMOROSO

 
Antes de la llegada de Jesús, el que servía, el siervo, era el esclavo de un señor. Así era, y el esclavo actuaba por temor a su amo, a su dueño. Pero Jesús dio una nueva dimensión al concepto de servicio convirtiéndolo en uno de los ejes de su doctrina. El siervo ya no actúa por miedo al castigo, sino por amor. Y es precisamente esta transformación la que nos libera de nuestra esclavitud, nos hace libres.
Ya encontramos ese trascendental cambio de sentido en la magnífica respuesta que María da a Gabriel cuando éste le anuncia que ha sido elegida por Dios para ser la madre de su Hijo: “He aquí la esclava del Señor…”  Y Jesús lo dejó bien claro con su ejemplo y con su palabra: “El que quiera ser el primero…”
En la familia de Betania la actitud de servicio de todas las figuras del icono es evidente, especialmente en la persona de Marta, de pie, siempre pendiente de los detalles, siempre afanosa en un servicio que no espera contraprestaciones, sin intereses. Pero también las manos abiertas de Jesús, de María y del niño expresan esa disponibilidad permanente de servir a los otros.
Y así ha sido y sigue siendo en la Iglesia en la que cristianos de todo el mundo se han entregado y se entregan diariamente al servicio de los demás, incluso hasta la muerte, como Jesús.
Y también lo es en nuestras casas, en nuestras familias… ¡cuántos ejemplos de entrega, de servicio amoroso nos dan nuestras madres cada día!
No perdamos este rasgo tan propio de nuestra identidad como cristianos, entreguémonos al servicio a los demás, como Marta, sin condiciones, allí encontraremos el servicio a Dios.
Equipo Pastoral Delegación de Familia y Vida.